¿Cómo empiezo a dejar las dietas?

Muchas veces me pregunté ¿Cómo empiezo mi proceso para dejar las dietas? Pensar en abandonar un plan de alimentación, dejar de pesarte o medir tus tallas puede ser muy atemorizante.

Creo que no hay una guía o guion que seguir, todo va acomodándose paso a paso. La mayoría de las personas llega por casualidad a escuchar sobre este tipo de paradigmas en redes sociales, podcast, blogs o libros. Al principio se siente muy extraño ¿Cómo voy a comer sin estar híper vigilante de lo que me llevo a la boca?

Yo lo he contado en otras ocasiones, pero antes del 2019, estaba completamente obsesionada con lo que comía, mi peso y mi talla. Contaba todo, registraba mis alimentos y las calorías. También registraba mi peso demasiado frecuentemente y las calorías que utilizaba con esos relojes (del mal) que te dicen si hiciste o no un buen trabajo con tu ejercicio.

Lo que a mi me llevó a encontrar todo este cambio, todo esto tan diferente fue un podcast de Spotify. Conocí a Rebeca Scritchfield que habla sobre Body Kindness, tratar a tu cuerpo con compasión y delicadeza y claro, decirles adiós a las dietas. Es más, había un bloque al inicio de su programa en el que hacían fiestas de destrucción de básculas ¡que extremo! Pensaba yo. Poco a poco empecé a conocer a otros conductores de podcast, Christy Harrison, Glenys Oyston y Aaron Flores; ellos fueron mis primeros maestros en este otro lado de la salud.

Me hablaron del paradigma de Salud En Todas Las Tallas, HAES por sus siglas en inglés y de Alimentación Intuitiva, empecé a escuchar sobre muchos autores, activistas, blogueros y conductores de podcast que hablaban sobre este movimiento... igual a miedo, confusión, terror para mí. Todo sonaba muy bien, mega atractivo, pero, ¿que iba a hacer yo con 10 años de carrera manejando reducción de peso y buscando el cuerpo “ideal”?

Compré los dos libros más famosos en ese momento, el de HAES de Lindo Bacon y el de Alimentación Intuitiva de Evelyn Tribole y Elyse Resch; me volaron la cabeza. Fue tan liberador, tan revelador. Pero aún así yo tenía miedo, ¿cómo le iba a hacer? Busqué en internet si es que existía información en español, es más, si había alguien que se dedicara a eso aquí en México, y así conocí a la Dra. Lilia Graue, mi maestra.

Hice mi primera cita muy emocionada. Al recibirme entre a un espacio lleno de calma, reinaba la paz. Empezamos a platicar, yo tenía tantas cosas que decirle, todos mis miedos, anhelos y confusiones con respecto a la comida y a mi cuerpo. Ella las recibió con mucha contención. Tras varias consultas me invitó a los seminarios que iba a dar, que con gusto tomé. Posteriormente empecé a ir con su colega Lupita Rozada, ya que Lilia iba a dedicarse a otros proyectos.

Estoy tan agradecida de haber tomado esos seminarios, terminaron de abrirme la mente y de convencerme de que esto era lo que quería hacer con mi vida y con mi vida laboral (que te contaré en otra entrada del blog). Mis sesiones con Lupita Rozada son enriquecedoras, me ayudan a hacer las paces con mi cuerpo y con la manera de alimentarme. No ha terminado el proceso, estoy en constante cambio, evolucionando mis pensamientos. Pero estoy muchísimo mejor que cuando empecé, llena de dudas.

Ahora, ¿por qué te cuento mi historia? Por que es la que mejor conozco. Pero también por que se parece a otras que son muy similares. Mujeres con relaciones conflictivas con su cuerpo, que dijeron “¡ya basta! No quiero hacer una dieta más” y “¿ahora que?”.

Te recomiendo lo siguiente:

1. Si puedes compra un buen libro del tema, los dos que te recomiendo son excelentes como inicio, aunque están en inglés.

2. Sigue redes sociales que tengan que ver con el tema. Deja de seguir cuentas que hablen de dietas y ejercicio para modificar tu cuerpo.

3. Busca tomar un curso, taller o seminario. Escucharlo de primera voz, es mucho más revelador, además podrás resolver tus dudas.

4. Busca un profesional de la salud que se dedique a esto. Existimos nutriólogas, psicólogas, coaches y médicos que podemos acompañarte en este camino. Estoy convencida que una parte de el debe hacerse acompañada. Yo puedo ayudarte si estás interesadx.

Me despido, deseándote que estés en paz, deseosx de empezar este camino o ya recorriéndolo con emoción.